Por Evelin Heidel. Entrevista a Daniel Reetz, quien introdujo el uso de la fotografía para digitalización de libros a bajo costo, y puso a disposición de la comunidad los manuales y técnicas diseñadas. Esta entrevista fue realizada en el año 2013, cuando Reetz visitó la Argentina para asistir a la Cumbre Global de Creative Commons que se realizó en Buenos Aires. Fue publicada originalmente en dos partes en la revista Marcha [1] [2].
Hace unos años atrás, a Daniel Reetz lo pisó un auto, el conductor escapó y tuvo que enfrentar solo todos los gastos del hospital. Luego de que sus ahorros estuvieran agotados en el tratamiento, a Daniel le pidieron que gastara un dineral en comprar los libros que necesitaba para su doctorado. Mientras los buscaba en Amazon, le apareció una publicidad de cámaras fotográficas, y tuvo una revelación: las cámaras eran más baratas que los libros.
En ese momento, decidió ir a un basurero, juntar todo lo que encontró, y armar un escáner de libros a partir de la basura. Publicó un tutorial de 79 pasos en el sitio web Instructables, donde miles de hackers y hobbistas comparten, de manera abierta, sus diseños, hackeos e invenciones raras. A partir de la respuesta que recibió de la gente, que se mostró muy interesada por su idea, decidió armar un foro donde compartir los diseños, las dificultades y recomendaciones, y las fotos de los escáneres que el resto hacía alrededor del mundo. El foro DIY Book Scanner reúne a una comunidad de hackers, ingenieros, bibliotecarios y amantes de los libros que buscan construir un escáner para resolver necesidades de lo más variadas, desde digitalizar libros en formatos raros hasta fichas lingüísticas.
En esta entrevista que publicamos en Marcha, Reetz comparte algunas de sus ideas sobre el proyecto y sobre lo que estará haciendo en Argentina.
– Vos empezaste en este proyecto por una razón personal, pero a medida que el tiempo fue pasando te fuiste involucrando cada vez más con él. ¿Qué fue lo que te atrajo tanto para que decidieras continuarlo?
Tenés razón, yo empecé el proyecto para resolver mis propios problemas. Por eso es que no estaba para nada preparado para la respuesta abrumadora que recibí en Internet. Luego de que posteara el manual, la gente ya estaba construyendo copias del escáner, haciéndole mejoras muy ingeniosas y compartiéndolas libremente. Este tipo de respuesta de “Código Abierto” (aún cuando la gente lo entendiera así o no) fue la primer razón. La segunda razón apareció a través de las historias que la gente compartía en el foro: las razones que ellos tenían que los hacía querer construir y usar esta tecnología. A medida que la gente compartía sus historias conmigo, me iba dando cuenta de que había un mundo que estaba oculto, de todos los libros interesantes, y de todas las personas interesantes, a las que las respuestas comerciales, o los grandes proyectos de digitalización, no les servían para lo que querían hacer. De hecho, en algunos casos incluso estaban siendo afectados negativamente por estos proyectos. Alguien tenía que arreglarlo, y parecía que yo era la persona. Y, finalmente, mi verdadera pasión es la fotografía: específicamente, la fotografía computacional, hackear y modificar cámaras. El desafío técnico de hacer un buen escáner a partir de cámaras baratas fue un paso natural.
– Cuando publicaste el manual en Instructables, recibiste muchos comentarios, y se podría decir que existe un movimiento de los escáneres DIY consolidado, reunido principalmente en el foro pero incluso con ramificaciones inusuales que, supongo, no te imaginabas que podían suceder. Sin embargo, construir un escáner es una actividad que puede ser difícil a veces. ¿Creés que había una razón particular de estas personas para involucrarse en el proyecto? ¿Qué historias destacarías?
Lo más importante a destacar es que, a pesar del enorme foco que se hace en los libros digitales (ebooks), el marketing, la digitalización, la distribución, la lectura y la venta de esos libros, el enfoque sobre los libros que la gente ya posee es prácticamente nulo. Clases enteras de libros y de deseos relacionados con el libro han sido completamente ignorados. Ahí es donde entramos mis diseños, la liga de gente interesante que me acompaña y yo. Estas personas tienen libros y proyectos que son tan convincentes para ellos que incluso la idea de construirse su propio escáner desde cero les resulta una buena idea. Y algunas veces lo es, en efecto. Además, si tenés más tiempo que dinero, o si tenés libros muy privados, o si querés cinco o diez escáneres en vez de uno, o querés utilizar solamente herramientas de software libre, mi proyecto es la única forma de conseguirlo. Mi historia preferida es siempre la primera: Suryandaru, un funcionario de pueblo en Indonesia, se contactó conmigo ni bien había posteado el manual. Quería construir un escáner para digitalizar libros sagrados de su comunidad que habían sido prácticamente destruidos por el tsunami y por el fuego, que no podían ser digitalizados en una fotocopiadora. La comunidad le ayudó a comprar las cámaras, y construyó su propio escáner.
– ¿Cuáles son los próximos pasos que debería seguir el proyecto, y más en general, hacia dónde se dirige?
En este punto del proyecto, tenemos un diseño de hardware bastante estándar que está siendo producido y utilizado alrededor del mundo, por lo que la mayor parte del trabajo debería concentrarse a partir de ahora en el software. Ahora, el software no es tan amigable con el usuario como debiera ser, y la parte del proceso de digitalización que involucra software es mucho más lenta de lo que debiera. Mi esperanza es poder comprometer a los hackers, a las universidades e instituciones públicas, y a los programadores, en el desarrollo de un mejor software. Por desgracia no soy un gran programador, así que esto no es algo que pueda hacer yo. ¡Y estoy buscando ayuda! En paralelo también estamos trabajando con mi compañero en Europa, Mark Van den Borre, en controlar el escáner con pequeñas computadoras que utilizan software libre. Más en general, la esperanza es poder hacer ubicuo el escáner, de modo tal que cualquiera que necesite acceso a uno pueda conseguirlo a una distancia cercana.
– Contanos un poco de los temas de los que vas a hablar en Argentina.
El tema principal de mis charlas será sobre la necesidad del acceso libre y gratuito a los libros, y sobre la noción de “Contenido Abierto”, pero hablaré de esto a través de historias de mi comunidad de escáneres y de la gente que usa los escáneres. Tenemos unas historias bastante curiosas de cómo la gente está usando el escáner.
– ¿Cuál es el futuro de los libros, físicos y digitales?
Creo los libros físicos van a seguir un camino similar al de los vinilos. Siempre van a tener información que nos importa y a la que queremos tener acceso. Como medio, tienen propiedades especiales y maravillosas que los hacen adorables y que sean difíciles de desechar, a diferencia de, por ejemplo, los casetes de 8 canciones. Así que van a andar por ahí durante algún tiempo, pero cada vez más su mantenimiento se va a volver más y más costoso.
Mientras tanto, el mercado se va mover hacia formas cada vez más baratas y efímeras de distribución, tal como ha hecho hasta ahora. En una escala personal, vas a comprar cada vez menos bits y cada vez más bytes. Vas a poseer menos, pero a tener más. Hasta cierto punto, los libros físicos, como las cartas, el vinilo y otros medios van a ser historia pasada y manifestaciones físicas maravillosas, van a ser un nicho. Va a haber encuadernadores artesanales que te van a coser los libros al viejo estilo, con cola de conejo, y va a haber una variedad de profesiones que van a sobrevivir en base a tecnicismos, como los documentos que son legalmente requeridos que sean impresos, o algunas personas, como los disminuidos visualmente, que los necesiten en una forma física particular.
Pero a medida que el tiempo pase, los nuevos libros físicos se van a convertir en una novedad, en un plugin en un proceso digital de compra. Su posición como una fuente de información de calidad editada, clarificada y concentrada probablemente no cambie, debido quizás a la extrema brevedad de la comunicación online, pero el flujo de información y discusión probablemente no gire alrededor de ellos.
Las bibliotecas van a evolucionar de modos interesantes. Algunas quizás se conviertan en museos y archivos. Otras quizás se conviertan en núcleos de información, incluso aún más de lo que ya lo son. Algunas van a tomar decisiones desastrosas, tales como poner todo el lugar en iPads e iTunes para quedar permanentemente enganchados con cada versión de software. Por lo menos hay una idea en progreso alrededor de estos problemas. Pero esto no es un lamento. Espero con ansias ver que haya más acceso y una distribución más inteligente, con cada vez más volúmenes de libros para aquellos que sólo pueden consumirlos en una manera particular. También me gustaría ver el fin del oscurantismo. Eso es lo que realmente espero sacar en limpio de todo esto. No más de esos libros raros, únicos en su especie, pudriéndose hasta que alguien accidentalmente se lo encuentra. Van a estar por ahí, en algún lado, listos para ser descubiertos. Listos para ser leídos.
– Por último, el proyecto combina diversas filosofías: la filosofía hacker, la filosofía del movimiento de software libre, pero se habla poco de las amenazas a proyectos como éste o como la impresión 3D, en particular sobre la propiedad intelectual. ¿Creés que las leyes de propiedad intelectual chocan con este tipo de proyectos? Si es así, ¿cómo?
En parte, la razón por la que no se habla mucho de la ley es que hablar de la ley puede ser peligroso. No sé nada sobre la ley, sólo que son amenazantes y extralimitadas. No ofrezco consejos sobre las leyes ni sobre el copyright, más que el de decir que la gente debería evitarlo siempre que pueda. Los abogados me han dicho que mi escáner es la perfecta encarnación del problema del copyright en los Estados Unidos que enfrentan los dueños de los libros: si vos sos el dueño del libro, podés cambiarlo a otro formato? Yo diría que sí, que podés, pero estoy seguro de que los editores tratarían de argumentar de otro modo.
Mi conclusión es que muchos de nuestros proyectos trascienden estos argumentos triviales sobre el dinero. Nosotros, como comunidad, hemos ayudado en situaciones de desastre. Muchos de nuestros usuarios tienen usos que no infringen las leyes para sus máquinas, que están haciendo del mundo un lugar mejor. Y hemos creado todo en este proyecto gratis, claro y libre: software libre, documentos de diseño hechos en Open Hardware, y una comunidad abierta con la cual compartirlos. También es importante hacer notar que muchas compañías venden máquinas fotocopiadoras todos los días. Las fotocopiadoras tienen todo el potencial para el abuso, y todas tienen el potencial de mejorar el mundo. La comunidad a la que pertenezco está mucho más preocupada por mejorar el mundo que cualquier otra cosa.